En una protesta contra el cambio climático, los automovilistas se bajaron de sus vehículos y sacaron de la autopista a los ambientalistas por sus propios medios.
El hecho ocurrió en una ruta de la «Grande Raccordo Anulare», como se conoce a la Gran Circunvalación de Roma, en Italia.
Un grupo de automovilistas desalojó por sus propios medios a manifestantes activistas y ambientalistas que cortaban una autopista.
Se trataba de una protesta contra el cambio climático, en la que se reclamaba en contra del uso del gas y carbón. Los manifestantes son parte del movimiento internacional Extinction Rebellion y se encontraban sentados en la vía interrumpiendo el tránsito, con pecheras amarillas y pancartas.
Los automovilistas, cansados de esperar, empezaron a pedirle a los ambientalistas que se corran y ante la respuesta negativa uno de ellos decidió «tomar el toro por las astas».
Poco a poco, los y las automovilistas se bajaron de sus vehículos e intentaron sacar de la autopista a los ambientalistas por sus propios medios. La escena quedó filmada y el video se viralizó en las redes sociales.
Se acercó a uno de los manifestantes, le quitó la bandera que tenía en las manos, y la tiró a un costado de la autopista, con ayuda de otra mujer.
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Luego, directamente se animó a tomarlo del brazo y arrastrarlo hacia la banquina mientras otro automovilista hacia lo mismo con otro ambientalista, tomándolo de los hombros. Al hacer esto, lograron despejar uno de los carriles, una camioneta arrancó y el tránsito comenzó a fluir.
«Estamos hartos. Ustedes tienen derecho a protestar, pero yo tengo derecho a ir a trabajar para alimentar a mis hijos», les dijo una mujer a quienes protestaban.
Los conductores intentaron desarticular la manifestación en el otro punto de la autopista: aunque lograron correr por unos instantes a dos mujeres se encontraban allí, ambas volvieron rápido a su posición mientras discutían con los automovilistas. Luego, los manifestantes tomaron de vuelta la bandera y volvieron a bloquear la ruta.
Finalmente, el corte fue disuelto más tarde por efectivos policiales que pudieron sacar a los ambientalistas con ayuda de los mismos conductores. Como lo habían hecho anteriormente, los tomaron de los brazos y hombros para poder correrlos hacia un costado y despejar los carriles.