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ESTILOS DE VIDA

Por qué algunas personas experimentan dolor de cabeza después de beber vino

La composición del vino permite saber las razones de los dolores de cabeza que produce en ciertas personas.

El dolor de cabeza después de tomar vino puede deberse a diversos factores. Sin embargo, la calidad y la cantidad de vino consumido también influyen en la aparición de dolores de cabeza. Optar por vinos de mejor calidad y moderar la cantidad es clave para disfrutar sin sufrir consecuencias.

Investigadores de la Universidad de California en Davis (UC Davis) realizaron un estudio para evaluar por qué ocurre esto, incluso en personas que no sufren dolores de cabeza cuando beben bajas cantidades de otras bebidas alcohólicas.

El principal sospechoso es un flavonol que se encuentra naturalmente en los vinos tintos -una de las bebidas preferidas por los argentinos-, que puede interferir con el metabolismo adecuado del alcohol y provocar dolor de cabeza.

Dolor de cabeza y consumo de alcohol

Las bebidas alcohólicas (cerveza, vino, licores) son los desencadenantes dietéticos más comunes asociados con dolores de cabeza y se asocian a dos tipos de malestares, según la Sociedad Internacional de Dolor de Cabeza (IHS, por sus siglas en inglés).

La primera cefalea, inmediata o primaria, se inicia dentro de las tres horas posteriores a la ingestión de alcohol y se resuelve dentro de las 72 horas desde que se dejó de tomar, precisan Apramita Devi, Morris Levin y Andrew L. Waterhouse, de la UC Davis, autores del trabajo publicado en Scientific Reports.

En tanto que el dolor de cabeza retardado inducido por el alcohol o "por resaca" aparece entre las 5 a 12 horas posteriores a la ingestión de alcohol y se resuelve también dentro de los tres días.

Se sabe que el alcohol causa dolores de cabeza cuando se consume en grandes cantidades, consecuencia que atribuye a diversos factores, entre los que se cuentan el efecto directo de los alcoholes, al metabolismo del alcohol, la predisposición genética, entre otros. El artículo destaca que una revisión de análisis sobre los trastornos por consumo de alcohol en el dolor de cabeza primario encontró que el 28%de los estudios respaldaron el vino tinto como desencadenante, seguido por las bebidas espirituosas (14%), el vino blanco (10%) y el vino espumoso/cerveza (10%). El dolor de cabeza por vino tinto no requiere de una ingesta grande para que actúe como desencadenante, afirman sus autores.

"Se ha informado que los componentes del vino, como las aminas biogénicas, los sulfitos, los flavonoides fenólicos o los taninos, son la posible causa de los dolores de cabeza. Sin embargo, ningún componente químico ha sido claramente implicado como el desencadenante principal de la cefalea por vino tinto, ni se ha propuesto un mecanismo para provocar la cefalea", apuntan.

Y sostienen que la mayor cantidad de compuestos fenólicos -especialmente flavonoides- en el vino tinto, 10 veces más que en el vino blanco, los convierte en los principales sospechosos.

Sobre la quercetina

La quercetina es un flavonoide (derivado de los flavonoides) que está presente de forma natural en todo tipo de frutas y verduras, incluidas las uvas y se considera un antioxidante saludable, a tal punto que incluso está disponible en forma de suplemento.

El problema surge cuando se metaboliza con alcohol, sugieren los investigadores.

"Cuando llega al torrente sanguíneo, el cuerpo lo convierte en una forma diferente llamada glucurónido de quercetina", dijo Waterhouse, profesor emérito del Departamento de Viticultura y Enología de la UC Davis. "De esa forma, bloquea el metabolismo del alcohol."

Como resultado, las personas pueden terminar acumulando la toxina acetaldehído, explicó la autora principal, Apramita Devi, investigadora postdoctoral del Departamento de Viticultura y Enología de UC Davis.

"El acetaldehído es una toxina, una sustancia irritante e inflamatoria bien conocida", señaló Devi. "Los investigadores saben que los niveles altos de acetaldehído pueden provocar enrojecimiento facial, dolor de cabeza y náuseas". También sudoración.

El medicamento disulfiram, indicado en personas con consumo problemático de alcohol para evitar que beban, causa estos mismos síntomas.

Eso se debe a que el medicamento también hace que la toxina se acumule en el cuerpo, cuando normalmente una enzima del cuerpo la descompondría.

Alrededor del 40% de la población del este de Asia también tiene una enzima que no funciona muy bien, lo que permite que el acetaldehído se acumule en su sistema.

La hipótesis que manejan los investigadores es que cuando las personas susceptibles consumen vino (incluso con cantidades modestas de quercetina), desarrollan dolores de cabeza, particularmente si tienen una migraña preexistente u otra afección de dolor de cabeza primaria, comentó Morris Levin, profesor de neurología y director del Headache Center (Centro del Dolor de Cabeza de la UC Davis).

Los hallazgos publicados en el artículo de Scientific Reports surgieron de un ensayo enzimático in vitro. Ahora habrá que probar si se replican en humanos, adelantó Levin: "Creemos que finalmente estamos en el camino correcto hacia la explicación de este misterio milenario. El siguiente paso es probarlo científicamente en personas que desarrollan estos dolores de cabeza, así que estén atentos".

Según estudios

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