Mientras duren las altas temperaturas, el recurso es fundamental pero hay que cuidarlo al máximo. Qué hacer y qué no.
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Se acerca el verano y las jornadas de mucho calor. Cuando ocurren estas olas, se suele dar un aumento considerable en el consumo de agua y un mayor derroche por parte de la sociedad en acciones innecesarias.
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Frente a este panorama, la recomendación es hacer un uso responsable de este recurso, para garantizar la provisión y evitar desperdiciar un elemento tan esencial para la subsistencia del ecosistema.
¡A tener en cuenta!
Mientras dure la ola de calor, se sugiere implementar las siguientes medidas:
- No utilizar el agua potable en actividades que demandan importante cantidad de litros: lavado de autos y veredas, regado de jardines, programas largos de lavarropas, etc.
- Utilizar baldes o mangueras provistas de sistemas de corte (interruptores o pulsadores) para evitar el derroche.
- No dejar el agua corriendo innecesariamente al lavar los platos, enjuagar los dientes o bañarse.
- Controlar las pérdidas en canillas, tanques y otras instalaciones.
- Evitar llenar o reciclar gran parte del agua de las piletas si aún no lo hicieron.
¡También cuidate vos!
Por otra parte, es necesario comer liviano y mantenerse hidratado para evitar que el cuerpo sufra golpes de calor. Acá van algunos consejos:
- Acompañá tus comidas diarias con agua: no sólo es más sano sino que, además, es una manera de generar un buen hábito de consumo a lo largo de todo el día.
- No esperes a sentir sed para hidratarte: si sentís sed significa que tu organismo está deshidratado y necesita recuperar el líquido que ha perdido a través de la transpiración o la orina. ¡Podés evitarlo!
- Tomá por lo menos dos litros de agua por día: esto equivale a 8 vasos y en caso de que hagas alguna actividad física, tenés que incrementar el consumo. Te recomendamos hidratarte con medio litro de agua antes y después de la actividad, y durante la misma beber cada 10 o 15 minutos.
- Refrescate con agua fría: Las zonas más recomendables para hacerlo son las muñecas y la nuca ya que las venas y arterias que pasan por estos lugares están más cerca de la epidermis, por lo cual, es más rápido refrescar la sangre en circulación y por consiguiente obtener sensación de frescura en todo el cuerpo.
- Controlá la hidratación de los niños y adultos, ya que son más propensos a deshidratarse.
- Supervisá el color de tu orina: si está oscura, es una señal clara de que tenés que tomar una mayor cantidad de agua.
- Evitá las bebidas azucaradas.
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