En las ultimas horas se dio a conocer el fallecimiento de un querido personaje de nuestra ciudad. Raúl Ferrero cocinero, aventurero y soñador y ex dueño del “Cascote”.

Una reconocida personalidad de Rafaela perdió la vida en el día de hoy. Tenía 78 años y el velatorio es llevado a cabo por el servicio fúnebre Rosetti Hermanos este miércoles hasta las 22 y segurá a partir de mañana en el horario comprendido entre. las 8 y las 10 de la mañana.

Luego el cortejo sale desde Rafaela para partir hacia Colonia Aldao en donde se hará la misa y posteriormente será enterrado en el cementerio de dicha localidad

Un persona muy conocida

En la ciudad de Rafaela, fue conocido por su faceta gastronómica, pero Raúl "el pelado" Ferrero también fue un audaz aventurero cuyas cruzadas y experiencias dejaron una huella imborrable a lo largo de su vida. Apodado cariñosamente como "el loco" o “el Pelado”, este sibarita y bon vivant siempre sorprendía a todos con sus relatos impactantes, transportándonos al Viejo Continente y trayéndonos de vuelta a su amada ciudad.

Aunque ahora llevaba una vida más tranquila, cada historia que contaba dejaba entrever su espíritu aventurero y la pasión que aún conservaba. Pese a olvidar algunos detalles de tantas vivencias, sus relatos asombrosos nunca dejaban de surgir durante una conversación.

Raúl era abogado de profesión, pero decidió no ejercer y encaró varios proyectos, siendo el más conocido el famoso restaurante El Cascote, que abrió sus puertas en 1984 y se convirtió en el más distintivo y selecto de Rafaela.

A pesar de dedicar mucho tiempo a su obra maestra, llegó el día en que sintió la necesidad de hacer un cambio en su vida. Buscó minuciosamente a su sucesor para asegurarse de que El Cascote seguiría ofreciendo la experiencia única que solo él sabía brindar a sus comensales. Finalmente, entregó la posta después de 23 años, satisfecho de haber encontrado a personas que interpretaron el verdadero espíritu del lugar.

Desde el imponente mueble europeo que dio inicio a la historia del lugar hasta los cuadros que relatan sus viajes por Europa, El Cascote es una narración viva del legado de esta ilustre personalidad.

Raúl vivió durante mucho tiempo en Europa, especialmente en París y Positano, y regresaba con frecuencia a estos lugares que consideraba extraordinarios. Su amor por el viejo continente se originó en su primer viaje de estudios, donde experimentó situaciones difíciles y gratas que marcaron su vida.

Después de descubrir sabores y platos exquisitos en sus viajes, Raúl se atrevió a traer esas delicias a Rafaela. Incluyó platos como el Magret y el Cuisse de Canard o los kepis árabes en el menú de El Cascote, lo que resultó en un gran éxito y aceptación por parte del público.

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Ir a El Cascote no es solo una experiencia gastronómica, sino también social. Desde sus inicios como "El club del Cascote", donde Raúl cocinaba y compartía con amigos, vecinos y conocidos, el lugar siempre fue un punto de encuentro para la amistad y la convivencia.

A pesar de su gran influencia en la cocina rafaelina y su dedicación al restaurante, Raúl no pudo establecer una relación de pareja debido a las exigencias del mundo gastronómico. Sin embargo, su pasión por viajar y descubrir nunca se apagó.

Con parte de información de una nota publicada por Martín Lehmann