Verónica Duck, víctima de un terrible accidente de tránsito en el año 2020, relató su increíble historia de superación y lucha. En una entrevista exclusiva para Radio Rafaela, Verónica nos revela los detalles de aquel fatídico día y los desafíos que ha enfrentado en su proceso de recuperación.
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"Veníamos en moto y veníamos charlando. Pensábamos que íbamos a llegar a cruzar, pero se nos vino de una. Es como que pensábamos que íbamos a pasar todo, pero no nos llegamos.", rememora Verónica al describir el accidente. Su memoria se desvanece hasta que despierta cuatro días después. Lo que sigue es un largo y arduo camino hacia la recuperación.
Verónica sufrió heridas en brazos, cabeza, pierna y otras partes del cuerpo. "Fue pierna, brazo, cabeza, labios, frente, mucho. Pero bueno, mitad cuerpo, mayormente", afirma. El proceso de recuperación fue extenso y lleno de desafíos. Pasó mucho tiempo en Rosario, atravesando diversos procesos de recuperación antes de regresar a su ciudad natal, Rafaela.
A pesar de las dificultades, Verónica no alberga rencor. Confía en que con el tiempo, la relación con las personas involucradas en el accidente mejorará. "Cero rencor igual, yo calculo que con el tiempo eso se va a ir mejorando la relación", comenta con una actitud encomiable.
En busca de la atención médica que necesitaba, Verónica se trasladó a Santa Fe y recibió una atención impresionante en el Hospital Cullen. Aunque al principio tenía miedo, encontró un lugar donde se sintió cuidada y apoyada durante su proceso de recuperación.
La fortaleza y valentía de Verónica se ven reflejadas en la ayuda que recibió de sus hijos. A pesar de su corta edad, ellos desempeñaron un papel fundamental en su día a día. "Me lavaban los platos, me lavaban los pisos, me acompañaban, mami esto, mami aquello", menciona con emoción. La presencia y el amor de sus hijos fueron un motor inspirador para su recuperación.
Aunque el camino ha sido difícil, Verónica no se rinde. Con una fuerza renovada, encuentra alegría en cada momento que puede disfrutar junto a sus hijos. Su historia es un ejemplo de perseverancia y resiliencia que nos invita a enfrentar los desafíos con valentía y gratitud.
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