Quedó en prisión preventiva un hombre corondino que agredió a su expareja apuñalándola y rociándola con alcohol para luego prenderla fuego. Durante la audiencia imputativa realizada ayer, indicaron que ella tenía un botón antipánico que no funcionó.

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El juez Jorge Patrizi dispuso que Joaquín Nahuel Escalante (29) permanezca privado de su libertad mientras la investigación en su contra avanza. Imputado como autor de “amenazas coactivas”, “violación de domicilio”, “incumplimiento de mandatos judiciales” y “tentativa de homicidio triplemente calificado, por el vínculo, por ensañamiento y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”, Escalante se enfrenta a una posible condena de entre 10 y 22 años de reclusión.

Según se expuso en la audiencia, Escalante y la víctima mantuvieron una relación de pareja durante diez años, signada por la violencia y el consumo problemático de drogas. A finales de septiembre la amenazó de muerte, y ella se mudó a la casa de su madre junto a su hijo de 8 años. Lo denunció y consiguió una medida de distancia de 200 metros y un botón antipánico.

Pero el jueves 29 de diciembre él la esperó agazapado en la casa de una vecina. Al verla llegar, la interceptó. Ella comenzó a llamar a su madre, que corrió a activar el botón antipánico, pero no funcionó porque se había cortado la luz. Entonces llamó al 911. Durante esos segundos, Escalante la apuñaló por la espalda con un cuchillo Tramontina, y no satisfecho con ello la roció con alcohol que había llevado en una botella y la prendió fuego.

Los gritos alarmaron al hijo de la pareja, que salió e intentó extinguir las llamas usando el agua de la fuente de los perros. En ese momento apareció su abuela con más agua, que socorrió a la víctima y le advirtió a Escalante que había llamado a la policía.

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El hombre primero huyó de la escena, pero Luego acudió a la comisaría de Coronda, se presentó y confesó: “Señor me vengo a entregar, le prendí fuego con alcohol a mi novia”.

LaRegión.