Una pareja de docentes acuchillada y el ex de la mujer prófugo: el doble crimen que conmueve al Chaco
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Ocurrió este miércoles en la localidad de Quitilipi, justo cuando se conmemoraba el Día de la Mujer.
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La violencia machista sacudió dos veces en menos de 20 días a la comunidad de Quitilipi, en Chaco, donde viven más de 24.000 habitantes. Primero fue un femicidio seguido de suicidio. Y ahora, el doble crimen de una pareja de docentes por el que está prófugo el ex de la mujer.
Este miércoles, mientras en todo el país se realizaban actos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, los gritos que salieron de una casa de la calle Madre Teresa de Calcuta al 2100, donde están los barrios Moreno y Vrdoljak, alteraron a los vecinos.
Al llegar la Policía, en el piso de la galería hallaron los cuerpos de Evaristo De Jesús Saux (28), profesor de química, y de Antonella Soledad Altamirano (30), maestra jardinera, madre de tres hijos. Los habían apuñalado.
Enseguida las sospechas recayeron sobre Francisco Escalante (32), conocido como "Panchi", ex de la mujer, sobre quien pesaba una restricción de acercamiento y al que ella le temía después de recibir amenazas. Tenían en común un nene de 11 años y una nena de 3.
Primero se temió que el hombre se los hubiera llevado, pero luego constataron que ambos estaban en la casa de sus abuelos paternos, en un barrio cercano.
"Con profundo pesar recibimos la noticia de que la violencia machista se cobró la vida de dos trabajadores de la educación de la localidad de Quitilipi", publicó en las redes sociales el Ministerio de Educación del Chaco.
Además, precisó que "Antonella Altamirano era docente del Jardín N° 252, recientemente había adquirido su ascenso por jerarquía, y Evaristo Saux docente del IES Pisarello y en la UEGP N° 22".
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Exigimos justicia y reafirmamos el compromiso de seguir construyendo espacios y proyectos de vida libres de toda violencia. Acompañamos a sus compañeros de trabajo, familiares y amigos", completó.
Antonella tenía otra hija, fruto de una relación anterior, de 13 años. Solía compartir posteos de su trabajo en el jardín de infantes, donde estaba muy comprometida y era muy querida.
"No sé cuál sea tu plan en mi vida, Dios, pero confío en ti", había puesto en su bio de Facebook.
En las redes despidieron a las víctimas con dolor. Tanto sus amigos como compañeros de trabajo. CLARÍN.

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