Por La Voz de San Justo.- Amor por la patria. A sus 92 años, este sanfrancisqueño lleva casi 30 desandando su pasión de coleccionar escarapelas. De Humahuaca a Ushuaia. Cada una de sus insignias celestes y blancas tiene una procedencia distinta y una historia detrás.

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El pasado jueves 18 de mayo se celebró el Día de la Escarapela, el símbolo patrio creado en el año 1812 por solicitud de Manuel Belgrano durante el Primer Triunvirato, como distintivo para los habitantes del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La Escarapela tenía la intención de poder unificar los colores del ejército, en pos de la distinción los enemigos, y así poder lograr y fomentar la unidad nacional.

En cada fecha patria es común observar este distintivo ubicado en el pecho de cada argentino como símbolo del amor por nuestro país, su historia y su legado.

Alberto Colombara es un vecino de nuestra ciudad que se define como "un apasionado" por la escarapela nacional a punto tal de tener más de 200 modelos diferentes de este distintivo como una manera de testimoniar su admiración por los colores de nuestra patria.

A sus 92 años, Alberto lleva alrededor de 30 años coleccionando escarapelas con la particularidad que cada una de ellas tiene su historia y su lugar de procedencia, que van desde la Quebrada de Humahuaca hasta Tierra del Fuego. Se puede decir que en esta cantidad que lleva reunida, se encuentra representada cada una de las provincias de nuestro país.

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"Siempre tuve la idea de reunir escarapelas porque es algo que me gustaba, más aún por los diferentes modelos y formas que esta puede llegar a tener", explicó.

Si bien al principio que comenzó a recolectar los diferentes modelos "era algo más sencillo", luego la tarea se fue complicando ya que "en el último tiempo es difícil agregar nuevos modelos porque cuando encuentro uno que no tengo me quieren vender una plancha entera".

Entre las diferentes escarapelas que forman parte de su colección se encuentra una réplica de la que solía utilizar María Eva Duarte de Perón. "Esa en particular me la obsequió un amigo de Mendoza".

"Cuando salíamos de viaje con mi esposa me tomaba la costumbre de buscar escarapelas relacionadas con cada lugar que visitamos", contó. De hecho, entre sus diferentes modelos se pueden observar que muchas tienen inscripciones del lugar de procedencia.

Recordó más adelante que "en una ocasión, visitando el Hito de las Tres Fronteras, mi esposa me había perdido y me buscaba sin saber dónde me encontraba hasta que me encontró en un kiosco donde estaba comprando una escarapela. De hecho, esa no fue la única vez que me perdió".

Mientras recuerda que muchas personas pueden tener hobbies diferentes, en su caso particular aseguró que "mi hobby es juntar escarapelas" donde "cada una de ellas tiene su historia y eso es lo que las hace únicas para mí".

De hecho, cuando pronunció esas palabras sus ojos se llenaron de lágrimas al posar su mirada sobre una escarapela que tenía la forma del Monumento Nacional a la Bandera. "A esta me la regaló mi hija" (ya fallecida) y por ser tan especial se encuentra ubicada bien al centro del cuadro.

Más adelante recordó que "con mi esposa conocimos a una mujer que vivía cerca de Bariloche que tenía escarapelas que habían pertenecido a miembros de su familia y, sin embargo, sabiendo de mi pasión por las escarapelas, me las regaló".

"La señora tenía por costumbre utilizar las escarapelas adheridas a su gorra de invierno y por eso es reviste más importancia todavía el hecho de que nos las regale para que integren la colección", agregó.

En un rápido recorrido visual por el lugar donde se encuentran las diferentes escarapelas se advierten varios modelos en homenaje a las Islas Malvinas.

"A estas las recibí en el sur del país por medio de distintos viajes que hicimos" comentó con orgullo ya que "tener a las islas entre los colores de nuestra Bandera es algo muy lindo".

Una de las tantas escarapelas que posee recuerda a la Armada Argentina y su paso por la Escuela de la Armada en épocas de su juventud. "Yo fui alumno de esta escuela y por eso me entusiasmé en hacer una escarapela que recuerde mi paso por allí, utilizando el logotipo de la Armada al que le agregué las cintas celeste y blanca para tenerlo como recuerdo".

El deporte también presente

En el formato de la escarapela, Alberto da a conocer su pasión por el deporte, especialmente por el fútbol. Muchos modelos combinan los colores celeste y blanco con algunas camisetas de fútbol.

En este caso, no dudó en señalar que la que combina los colores patrios con el escudo del Club Atlético River Plate "es la más linda de todas" demostrando de esa manera su inclinación por el club millonario.

"Me gusta el fútbol, me vi todos los partidos del Mundial y por supuesto que me puse muy contento por el título de nuestra selección", dijo.

Mientras continuaba explicando los detalles y la historia de cada una de las escarapelas que posee, no pudo dejar de asegurar que lo que une a los modelos tan diferentes que posee "son los colores de nuestra Bandera, la más linda del mundo" y mientras sostiene esto con orgullo se golpea el pecho mientras le salta alguna lágrima de emoción en un claro ejemplo de que le gusta vivir a pleno la argentinidad.