En la mañana de Reencuentro con Gerardo Zanoni estuvo Jorge, oriundo de Salto, provincia de Buenos Aires. A él le habían diagnosticado cáncer de hueso por un golpe que tuvo en un testículo hace 6 años y tomó como opción para su tratamiento la utilización de aceite de cannabis.

“Una vez que me diagnosticaron esta enfermedad me hicieron unos centellograma óseos y me dijeron que tengo toda la parte de la cintura tomada, es decir que tengo metástasis ósea”, detalló Jorge.

Siguió su relato diciendo: “Me hicieron una mala praxis con rayos, verdaderamente me tendrían que haber dado los rayos en las partes que tengo el cuerpo tomado y como los análisis me habían salido bien, el médico me dijo que tenía que empezar haciendo el tratamiento”.

El tratamiento estaba pautado para que sea llevado a lo largo de 4 semanas y Jorge no lo pudo aguantar y solamente lo hizo durante 2 semanas y media. “Me hicieron todo junto y me quemaron por dentro”, le comentó a Gerardo Zanonni.

Lo más grave y lo que había dejado sumamente preocupado a él y su familia fue lo que le había dicho el médico a su mujer una vez hecho el tratamiento: “Cuídalo a tu marido porque si le pasa algo en los huesos no va a tener ni fuerza para agarrar el revólver y pegarse un tiro”.

Un día, a través de la lectura de un nota de un diario de tirada nacional, conoció la historia de un ciudad del país que trabaja con el aceite de cannabis. Fue así que  Jorge decidió contactarse con un médico referente en el  tema, Marcelo Morante quien le aconsejó que pruebe por 60 días un tratamiento a base de gotas de cannabis que le había provisto. Pasados los 2 meses el Morante le dijo que “la reacción tuya fue espectacular, lo que pasa es que ahora tenés que empezar a buscar vos como proveerte de tu propio canabbis”.

Para Jorge “ahí empezó el dilema de como hacía para conseguir el aceite, porque yo no tenía ni idea como se preparaban los aceites. Entonces me conecte con una ONG de la ciudad de Necochea y ahí unos chicos me empezaron a proveer cannabis para mi enfermedad y me dijeron que tenía que empezar a cultivar mi propia planta para poder hacer mi medicina”

Agregó “yo empecé a trabajar sobre las flores de cannabis, a ir a cursos a Chile con médicos y me largue a fabricar mi propio aceite. Hoy hace 6 años que llevó con esta enfermedad, cuando empecé el tratamiento tomaba tramadol, parches de morfina y me inyectaban morfina, es decir que ya estaba al horno”.

Contexto del cannabis medicinal en el país

La información que arroja Jorge es que la ley de cannabis está legislada pero no está aprobada y cuenta que él es activista y se encuentra luchando con diferentes organizaciones para que salga la ley

“Ahora se va a empezar a vender en las farmacias de Bahía Blanca, pero el cannabis se va a traer de Estados Unidos. Uno tiene que ir a la ANMAT a decir la enfermedad que uno tiene, va ir a la receta a la farmacia y en la farmacia ven si se lo pueden traer o no. El aceite traído de afuera vale 120 dólares y otro aceite vale 220 dólares” afirmó Jorge.

Por otra parte diferenció al cannabis medicinal del recreativo diciendo que “van por distinto camino” pero de todas formas “nosotros no podemos dejar de lado a la gente que quiere tener una planta para fumar recreativamente, al hacer esto evitamos el mercado negro y toda la porquería de la marihuana que se trae de afuera”.